La sociedad tiende al desequilibrio, pero trata de reconstruir el modelo social desde la teoría, pero también desde la práctica. Cada uno de los medios de comunicación están influenciados por los directores de los mismos para convencer, influir, e informar. En el mundo de la televisión sucede lo mismo.
Programas como Generación Ni-NI ha recibido en los últimos tiempos un alubión de críticas debido a que de forma explícita mostraron como dos de los concursantes realizaban una presunta agresión sexual a otra de sus compañeras. La agresión consistió en que los jóvenes a modo de “broma” frotaron sus partes más íntimas sobre el cuerpo de la joven que expresó su disconformidad en reiteradas ocasiones. No obstante, los jóvenes de hoy en día son muy influenciables y un comportamiento así puede fomentar una tendencia a imitar lo visto. No hace falta ya nombrar programas como “Mujeres, Hombre y Viceversa” o “I love Escassi” de Telecinco que ya fue tratado en este blog y cuya crítica podría servir perfectamente como temática principal de esta entrada.
Ahora viene el problema, cómo emiten imágenes que son ejemplo de abuso por parte del hombre sobre la mujer? Está claro que estos jóvenes no son ejemplo de nada ya que ni estudian ni trabajan ni tienen intención de hacerlo
Los medios de comunicación, son una institución característica de la sociedad de clases, por lo tanto la visión del mundo que estos transmitirán, será acorde a los intereses y a la ideología dominante, subordinando a las audiencias de manera involuntaria. No obstante, la audiencia del programa en éste caso no ha sido la esperada y el programa ya ha sido relegado al late-night, donde desaparecerá sin hacer mucho ruido.
Tras ello, entiendo que todo forma parte de una industria, llamada cultural y lamentablemente en ciertos casos saca lo peor de cada una de ellas con el fin último de ingresar una buena cantidad de beneficios en forma de audiencia aún generando valores sexistas, racistas y violentos.
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