LA TELEVISIÓN PÚBLICA EN LA SOCIEDAD ACTUAL: RTVV Y LAS GAVIOTAS QUE LE RODEAN

La televisión pública tiene un fuerte componente “Desestereotipador” ya que puede hacer que las discriminaciones tanto sociales como de género así como los diferentes tipos de cultura sean tratados de la misma forma, sin caer en el insulto barato ajustados a fines comerciales. Con ellos, se consigue una clara objetividad en el tratamiento y emisión de la información, o al menos eso se cree. La cause del titubeo surge cuando se observan claros signos de “amigueo” entre determinadas vertientes políticas y el ente público.

Sin ir más lejos, RTVV, y en concreto Canal 9, es un claro ejemplo de cómo la derecha bajo las siglas de PP marcan el ritmo y política de un medio de comunicación público. Podría decir miles de ejemplos de esta afirmación y es que no hay que ser muy avispado cuando en ninguna edición de los informativos de Canal 9 se hace mención alguna al caso Gürtel o a la presunta corrupción de Carlos Fabra.
Los cambios que se producen en el juzgado número 1 de Nules en relación con el caso Fabra no son importantes para una canal en el que cada día la objetividad en sus informaciones desaparece a ritmos trepidantes enfundados en exfalleras mayores de Valencia reconvertidas en chicas de informativos.

Otro caso claro de la estrecha relación que une a Canal 9 con el partido liderado por Francisco Camps es la presencia hasta hace bien poco de la mujer del “bigotes” , Noemí Ramal como presentadora de “Just for laughs” y de las campanadas de 2008 y 2009 para la televisión pública valenciana.


Con la ideología que se proyecta a través del medio hay un claro objetivo de influir en el pensamiento de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.

A pesar de ello, los medios públicos deberían de realizar un esfuerzo, en mi opinión necesario, para trasmitir valores equitativos, producir espacios culturales sin tener que estar pendientes y vinculados a fines comerciales en forma de share.

Quizás todo lo que he escrito en la entrada no es más que una consecuencia de la influencia del partido gobernante en los medios de comunicación públicos, pero en éste caso hay algo que se ha dejado por el camino y es que la claridad, la transparencia y la profesionalidad han de regir SIEMPRE un ente público.